miércoles, 16 de mayo de 2012

Muchas cosas estos días, pero todavía no puedo subir fotos(por incompetencia y porque no tengo buenas, sólo del móvil).
Sesión de fotos con Álvaro Hernández. Vino una modelo polaca y una estilista de Barcelona.El peluquero, Adolfo Senao, una persona encantadora. La localización, espectacular: la terraza del museo Pablo Serrano.
Sesión de fotos con Jorge Rabadán y los chicos de la Escuela Municipal de Teatro, para tener el cartel del espectáculo de 3º que se estrena como ya dije en Junio.
Llamadas del Auditorio (aaaarghh), la ópera se aproxima, qué nervios.Siempre es un reto.
Maquillajes de novias.De esto tengo que hablar largo y tendido.La vida te da sorpresas y esto ha sido una de ellas.Cuando comencé a maquillar(1986), las clasificaciones de los maquilladores estaban super definidas y en castas: los de ópera (uno famosísimo en aquellos años era el hermano de Maria Luisa Ponte, la magnífica actriz que seguro recordaréis) y teatro eran lo más.Los de cine iban detrás y ellos despreciaban a los de la publicidad. Los de moda no estaban considerados como verdaderos maquilladores, pero a su vez los de moda se pensaban que ellos eran lo más...y así sucesivamente. Las puñeteras etiquetas y categorías.
Mientras viví en Madrid, mi trabajo se centró en cine, publicidad y videoclips(lo mejor de lo mejor).De esa época tengo que agradecer el conocer lo mejor y lo peor. Y de lo mejor personas como France Andreu, jefa de producción en varias productoras (entre ella la de Antón Reixa, actual presidente de la SGAE).
El teatro, en Zaragoza. Paco Ortega me dió la primera oportunidad y eso nunca lo olvidaré. Y mientras iba experimentando las diversas facetas de mi profesión, la de maquillar novias o particulares jamás entró en mi abanico. Pero por circunstancias del destino, comencé a maquillar, un poco por compromiso(la primera era porque era la hija de una propietaria de una marca de ropa para los que hacía los maquillajes del catálogo). Y un fotógrafo con el que colaboraboraba (y sigo haciéndolo espaciadamente) Rafael Palacio, empezó a recomendarme a las novias que él fotografiaba. Y comencé. Y descubrí algo nuevo: el placer de ser la persona elegida en el momento especial de una persona. La conexión que hay con el momento anterior a maquillarse con el de los actores frente al estreno: concentración, nervios, inseguridad, emoción y entusiasmo. ¡Me encanta ser la "elegida"!. Me encanta estar con personas que transmiten buen rollo, y una casa en la que hay personas preparando una fiesta es la alegría en estado puro.
Total, que hago lo que me gusta, como digo arriba.Y me gusta lo que hago. Y por hoy corto que si no os va a aburrir todo muchísimo.
Tengo cosas que contar, un proyecto que me está trayendo de calle...

No hay comentarios:

Publicar un comentario